Que es realmente lo que nos impulsa a pasar horas y horas en un lugar en donde nos sentimos atrapados, un espacio al cual acudimos día tras día, para cumplir con un horario en el cual desempeñamos actividades tediosas. Cada minuto que gastamos en los recintos a los cuales acudimos y que comúnmente llamamos “trabajo” como una manera de justificar la miserable retribución monetaria que nos brindan por convertirnos en zombies aduladores.
Siempre recibimos escritos describiendo nuestra desdichada realidad pero aun así ni siquiera nos inmutamos, seguimos en la rutina, evadiendo la infelicidad que nos invade cuando hacemos un recuento de nuestro paso por la existencia humana y solo encontramos las cenizas de un cuerpo cansado y un espíritu mutilado por la corriente de lo ordinario.
Con los sueños ensombrecidos por las deudas, que asfixian hasta la más diminuta posibilidad de cambiar nuestro habitual y lento deceso, nos olvidamos de nosotros mismos, de nuestros seres queridos y de todo a nuestro alrededor, por que tratar de recordar seria un intento fallido y doloroso pues nuestra voluntad esta esclavizada al suministro de papel moneda que obtenemos a costa de sacrificar nuestra alma.
Cuantos sabemos esta verdad, cuantos la experimentamos con una venda en los ojos y peor aun en el corazón, cuántos de nosotros ni siquiera nos reconocemos al espejo por que vivimos la vida que no nos pertenece pues le hemos dado paso a los deseos de todos a nuestro alrededor por que las reglas de este juego que se llama sociedad nos ha dictado los patrones a seguir.
El anhelo de un cambio se encuentra latente en cada uno de nosotros, cuantos nacimos con habilidades tan únicas que fueron despreciadas por la bestia capitalista que azoto tan fuerte nuestros ideales que solo quedo la opción de ceder ante su poder , y así dejamos en el abandono nuestras pericias para vernos hundidos en la desolación del consumismo y los esquemas de la posición social.
Por que preferimos mutilar nuestra esencia antes que dejar de estrenar accesorios creados para la vanidad de la personalidad entorpecida por la ilusión del poseer.
Supón que te ofrezco la oportunidad de reinventarte, supón que te ofreciera una oportunidad más de transformarte en aquello que has añorado desde el instante en que lo dejaste ir. Solo quiero que supongas ……Estarías dispuesto a ser tu mismo, a desarrollar todas tus capacidades y aun así obtener más ingresos…..Te preguntas como podría ser y yo te digo: entre tu, yo y todos aquellos que por las noches nos desvelamos pensando como haremos para sacar a flote la economía de nuestras familias, podremos pensar en algo, si juntos sacrificamos minutos de nuestro tiempo aportando ideas, conocidos e ingenio, se dará origen a un proyecto en el que muchas cabezas piensan mejor que una. Si te preocupas por el dinero para el proyecto yo te digo que la intención crea la situación primero experimentemos con la idea y la forma y la acción se dan ya de por si.
Ahora yo me doy a la tarea de hacerte la invitación y solo regalas tus inquietudes y pensamientos a la estructura de una empresa se nacerá de aquellos que se atrevan a emprender este viaje de descubrimiento de quien eres y lo que puedes llegar a ser.
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